“La vida o es una aventura atrevida o no es nada.” Helen Keller
Muchas personas esperan que las condiciones estén perfectas para ir tras sus sueños. Muchos esperan por su pareja perfecta, el negocio perfecto, el trabajo perfecto, entre otras cosas que desean. Déjame decirte que si sigues esperando el clima perfecto lo más seguro es que nunca llegue. La gente que ha logrado sus sueños no esperó el tiempo perfecto sino que a pesar de las dificultades eligieron comenzar a marchar, tomaron riesgos y crearon las circunstancias que les permitió estar donde querían llegar.
¿Qué te detiene para ir tras una vida extraordinaria?
¿Miedo al fracaso?
¿Miedo al rechazo?
¿Cuál es tu excusa?
Si deseas una vida extraordinaria, el mejor día para comenzar es hoy. No dejes que situaciones te detengan del propósito que Dios tiene para ti. Sabes muy bien que Él produce el querer como el hacer, Él ha colocado sueños en tu vida y los puso en ti porque sabe que tienes la capacidad para realizarlos.
Si deseas una vida extraordinaria, deja de mirar atrás, deja de mirar el pasado, el tiempo no vuelve. No seas como la mujer de Lot que por mirar atrás se convirtió en una estatua de sal y eso pasa cuando miramos atrás, “nos quedamos salados”. Dios siempre quiere que miremos hacia adelante.
Si deseas una vida extraordinaria, deja de pensar tanto y ponte en acción. Si piensas tanto es porque es una ilusión, pero si te pones en acción es porque eres un hombre o una mujer de fe que tiene certeza de lo que espera.
“Si quieres sembrar, no te quedes mirando al viento; si quieres cosechar, no te quedes mirando al cielo.” Salomón (Eclesiastés 11:4, TLA)
La vida extraordinaria implica salir de la rutina, de la zona de confort, de comodidad y cuando lo haces tienes muchas probabilidades de alcanzar tus sueños y eso es mucho mejor que no hacer nada esperando que la situación cambie.
¿Qué pasos vas a dar esta semana para ir tras una vida extraordinaria?
Quiero invitarte a ir por más en la vida. Dios tiene grandes cosas para ti pero debes moverte.
En amor y liderazgo,
Pedro Sifontes
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