Por Antonio Pablo (http://www.projectcoaching.es)
En este artículo voy a explicar las claves para desarrollar la inteligencia emocional y la importancia de la misma a la hora de tener una vida equilibrada, relacionarnos socialmente y ser lo más competentes laboralmente.
A lo largo de toda mi carrera profesional me he preocupado conocer cuáles son las claves que marcan la diferencia a la hora de obtener lo mejor de uno mismo y de los demás. Entre esas claves, he observado que las personas que obtienen el mayor éxito no son siempre las que tienen más capacidades, y ni siquiera las que tienen más méritos, siendo esto importante no es suficiente. El verdadero éxito requiere algo más, como es la habilidad para tratarnos de manera conveniente y de hacerlo con los demás. Esta habilidad es lo que llamamos inteligencia emocional.
Las emociones determinan cómo respondemos, nos comunicamos y nos comportamos. Aunque no nos demos cuenta, las personas elegimos con el corazón y justificamos con la razón (esto lo conocen bien los publicistas). La raíz de la palabra emoción remite al movimiento ya que las emociones son las que nos mueven, nos llevan a entrar en acción.
Estamos hechos de emociones y la mayor parte de las personas nos hemos esforzado en encerrarlas en sistemas de vida ordenados y represivos. Para alcanzar el equilibrio en la vida, debemos aprender a gestionar adecuadamente nuestras emociones sustituyendo reacciones automáticas por respuestas elegidas.
Para entender qué nos pasa y por qué nos tratan como nos tratan y porque causamos el impacto que causamos, debemos reflexionar sobre quienes somos, que pensamos, que sentimos, y cómo nos comportamos. Conocerse implica entenderse y entenderse es un primer paso para aceptarse; sólo aceptándonos podemos empezar a querernos, y querernos es una condición sine qua non para relacionarnos bien con los demás.
“La vida es como un eco, si no te gusta lo que recibes, ten cuidado con lo que emites”
Las emociones son reacciones naturales que nos permiten entre otras respuestas ponernos en alerta ante determinadas situaciones que implican peligro, amenaza, frustración, etc. Todas las emociones que sentimos traen un mensaje, positivo o negativo, y mientras que no se descubre y se hace algo al respecto esa emoción se repetirá. Hay veces, que nos llega tristeza o enfado o miedo que se nos repite. Si tiramos del hilo descubrimos que hay un malestar en nosotros, que hay alguna actuación en nuestra vida que no deseamos.
Las emociones evitadas por largo tiempo dan lugar a una serie de problemas como son:
- Enfermedades que generan somatizaciones y debilitan el sistema inmunológico: dolores de estómago, migrañas, dolores de espalda, asma, insomnio, etc.
- Ansiedad: fumar, beber, drogas, adicción al trabajo, a la comida, etc.
- Malas o nulas relaciones.
La mayor parte de las convicciones que nos limitan, lo hacen sin que nosotros lo sepamos, esto es, lo hacen por debajo del nivel de consciencia. En las situaciones de bloqueo continuado desde el Coaching se puede trabajar en desbloquear estas limitaciones a través de herramientas como la Programación Neurolingüística, el Coaching WingWave, la EFT, etc.
A la hora de desarrollar tú inteligencia emocional, la clave está en utilizar las emociones de forma inteligente, para que trabajen en beneficio propio, de modo que nos ayuden a mejorar nuestra conducta con el objetivo de obtener mejores resultados. A este respecto los siguientes pasos te pueden ayudar:
- Identifica tus verdaderos sentimientos, reconociendo tus temores y deseos.
- Reconoce tus principios y que es lo que realmente te importa.
- Busca el lado positivo de los sentimientos negativos ( tuyos y de los demás)
- Usa tus sentimientos para tomar decisiones y márcate/alcanza objetivos.
- Sonríe. Convierte el enfado en energía productiva y utilízalo para llenarte tú mismo de ella.
- Realiza ejercicios de respiración/meditación ya que ayudan a reducir la tensión interior. (El Libro de Proverbios de la Biblia es excelente para meditar)
- Muestra empatía, comprensión y aceptación hacia los sentimientos de los demás.
- Antes de aconsejar, sermonear, juzgar u ordenar, escucha.
- Anímate a ir más allá de tu zona de confort en cuanto a tu compromiso y dá la bienvenida a los retos.
- Piensa que el Coaching puede mejorar tu inteligencia emocional
Para avanzar en nuestra gestión emocional es muy útil descubrir cuáles son nuestros valores y analizar las creencias que nos hemos formado alrededor de esos valores. Esas creencias son los filtros por los que vemos el mundo y determinan nuestra forma de pensar y de sentir. Si quieres obtener un nivel superior en tus resultados, tienes que estar dispuesto a desprenderte de algunas de tus antiguas formas de pensar para adoptar otras nuevas. Si para realizar esta tarea, necesitas apoyo considera los servicios del Coaching.
Hasta pronto
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