¿Alguna vez tuvo problemas de hongos o moho en las paredes o techos de su casa?
Si la respuesta es si, seguramente va a entender perfectamente lo que a continuación voy a relatar.
El año pasado me encontraba realmente cansado de entrar a mi casa y ver las grandes manchas que provocaban los hongos en las paredes y techos de mi casa. Sentía vergüenza cada vez que nuestras amistades venían de visita.
Pero el presupuesto no admitía el gasto de materiales para pintar la casa, así que debíamos esperar pacientemente hasta obtener los recursos necesarios para quitar estos endemoniados hongos que, además, aumentaban severamente mis síntomas de alergia teniendo que soportar cientos de estornudos por día.
Al fin llegó el día que pudimos comprar la pintura, obtuvimos la mejor pintura antihongos del mercado, antes de comenzar a pintar, tal como nos recomendó el vendedor, limpiamos bien a fondo con hipoclorito para quitar los hongos que en ese momento disfrutaban una confortable estadía en mi casa.
Antes de abrir el enorme tarro de pintura, me deleitaba en las instrucciones que prometían la "erradicación total de los hongos de paredes y cielorrasos", en esos momentos me sentía flotar en las nubes, una sonrisa dibujaba mi rostro al pensar que nunca mas tendría que soportar la presencia de estos insoportables y olorosos hongos en mi hogar.
Al terminar de pintar, al estilo Miguel Ángel o Vincent Van Gogh, pude contemplar con tremenda satisfacción la obra que había realizado sabiendo que se trataba de un adiós definitivo a mis problemas.
Pero al llegar el invierno nos dimos cuenta que habíamos cometido un error tremendo, no tuvimos la precaución de reparar las grietas que se habían formado en el techo, que eran la verdadera causa de la humedad y por consiguiente de los hongos.
Entonces tuvimos que pasar otro invierno mas con los hongos...
El error que cometí en mi casa es muy similar a los errores que llegamos a cometer en nuestras vidas. Debemos reconocer que generalmente pasamos mucho tiempo enfocándonos en cambios "vistosos", cambios de apariencia, cambios que nos harán ver bien cuando lleguen las visitas, pero que no resolverán el problema de los hongos que poco a poco destruyen nuestras vidas.
Nos enfocamos en ganar más dinero cuando lo que tenemos que aprender primero es administrarlo bien. Buscamos una relación física cuando la pasión surge de un corazón lleno de amor que comprende y busca satisfacer las necesidades del otro, evadimos las discusiones en lugar de buscar un momento para comunicarnos. Y las grietas se agrandan en nuestra alma por la falta de perdón en nuestro corazón.
Los cambios en nuestras áreas de necesidad son indispensables.
Para Dios no pasan desapercibidas sus áreas de necesidad. Él está atento a las manchas de su corazón, se interesa en las pequeñas grietas que están afectando su vida espiritual.
¿Sabe por qué?
Porque Dios le ama.
Por sorprendente y extraño que le pueda parecer Dios nos ha concedido una posición privilegiada dentro de sus prioridades. No tenga miedo de exponer ante Él sus grietas internas, Él sabrá que hacer, y al mismo tiempo le indicará la parte que le corresponde hacer a usted.
Dios ve no como el hombre ve, pues el hombre mira la apariencia exterior, pero el Señor mira el corazón.
1 Samuel 16:7
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