Aquí Estamos Hablando de Algo Eterno
Mientras nos preparamos para examinar la naturaleza del Cielo, tratemos de tener en mente una cosa. Recordar que nosotros, como humanos, fuimos diseñados por Dios para vivir eternamente, una mezcla única y misteriosa de realidad física (nuestros cuerpos) y realidad espiritual (nuestras almas). En completa unidad, fuimos diseñados originalmente para vivir con Dios para siempre. Pero se produjo una trágica desconexión cuando nuestra capacidad para pecar fue advertida por Adán. A la caída de la raza humana, el diseño original fue roto y alterado. Nuestros cuerpos enfrentan la muerte, aún cuando nuestras almas continúen existiendo más allá de la tumba. Dios siempre ha existido en el eterno reino espiritual, planificando el día en que seamos transformados nuevamente al diseño original que había previsto para nosotros, una singular simbiosis de lo físico y lo no físico, lo material y lo no material, el cuerpo y el alma.
También Estamos Hablando Acerca de Algo Misterioso
Mientras comenzamos a pensar acerca del Cielo, probablemente sea sabio recordar en primer lugar nuestra limitada habilidad para pensar. Después de todo, solo somos humanos. Estamos limitados en gran medida a las realidades físicas, y tenemos que aceptar la realidad de que gran parte de lo que esperamos conocer acerca de Dios y la naturaleza de Su presencia y del reino, va a seguir siendo un misterio para nosotros. Imagina tratar de comunicarle la realidad del álgebra a una hormiga. Seguramente las leyes de las matemáticas se aplican tanto a nosotros como a la hormiga, ¡pero trata de conseguir que la hormiga lo entienda! De manera similar, la realidad del entendimiento de la exacta naturaleza de Dios y del Cielo, pueden ser igualmente difíciles para nosotros. Entendemos esto casi de inmediato, cuando tratamos de responder una de las preguntas más básicas acerca de la naturaleza del Cielo. A través de los siglos, la gente ha formulado la pregunta, “¿Es el Cielo es un LUGAR, o un ESTADO DEL SER?” Esta es una pregunta difícil de responder para los cristianos. Ciertamente hay mucho en las Escrituras bíblicas que sugiere que el Cielo tiene una cualidad espacial, como pronto lo veremos mientras examinamos juntos las Escrituras. Al mismo tiempo, se nos dice en la Biblia que Dios NO tiene un cuerpo y que es un espíritu. Así que se nos deja con el dilema de tener que entender la naturaleza del cielo sintetizando estas dos nociones aparentemente contradictorias. Es muy probable que la verdad se encuentre misteriosamente en el medio. ¿Es el Cielo un lugar o un estado del ser? Puede ser sencillamente un poco de ambos. Si bien la respuesta puede parecer insatisfactoria en un principio, comenzará a sentirse más adecuada conforme estudiemos otros aspectos de la naturaleza del Cielo. Hay algunas cosas que podemos saber con certeza, y mientras discernimos en torno a estas certezas, lo misterioso se vuelve menos importante y simplemente nos da algo que esperar. Así que comencemos a ver lo que podemos saber con certeza….
¿Qué Define (y Divide) La Próxima Vida?
Todos nosotros, como almas vivientes, eventualmente nos encontraremos cara a cara con la próxims vida. La otra vida es una realidad para todos nosotros, y creemos esto basados en nuestra percepción innata de lo que la Biblia nos confirma con tanta claridad (ver más sobre esto en “¿Hay Alguna Evidencia Sobre la Existencia del Alma?” y “¿Qué Le Sucede a Nuestra Alma Cuando Morimos?”). Pero hay una cosa que definirá nuestra experiencia y conformará nuestro futuro. Hay una realidad que define cómo será nuestra experiencia de vida después de la muerte: ¿estaremos o no en la presencia de Dios? Cada año invertimos tiempo visitando a la familia en uno de los lugares más cálidos del mundo. Sucede que es donde ellos viven, ¿qué le vamos hacer? Pero hemos notado que nuestra experiencia en esta parte del país es definida por una cosa: ¿estamos o no en la presencia de aire acondicionado? Estoy hablando en serio. Si estamos dentro de un lugar fresco, el día va a ser muy diferente que si tuviéramos que estar afuera todo el día. De manera similar, nuestra experiencia en la próxima vida será definida dramáticamente, dependiendo si estamos o no en la presencia de Dios. Dios es la fuente de todo amor y gozo. Si estás con Él, no solo estás en Su presencia, sino en la presencia de todo lo que es Él. Si no estás en Su presencia, simplemente estás lejos de todo lo que Él es. Si Dios es un tirano malvado, entonces puede ser bueno estar lejos de Él. Pero si Él es todo lo que es bueno y valioso, vamos a querer estar muy cerca de Él en la vida futura.
El Cielo, La Vida Eterna Con Dios
Así que ahora, mientras nos internamos en el misterio del Cielo, pasemos algún tiempo examinando lo que PODEMOS conocer por las Escrituras. Una cosa es segura, ya sea que creas que el Cielo es un lugar o un estado, podemos decir con certeza que el Cielo es el lugar donde ESTÁ DIOS:
Apocalipsis 21:3
“Entonces oí una gran voz que decía desde el trono: He aquí, el tabernáculo de Dios está entre los hombres, y Él habitará entre ellos y ellos serán su pueblo, y Dios mismo estará entre ellos.”
En la definición más simple posible, el Cielo es sencillamente el lugar donde ESTAREMOS con Dios. Es donde Él está, el consolador, la fuente del gozo, el protector de nuestras almas, la fuente de todo amor.
Pero, ¿Exactamente Cómo Será Eso?
A veces me encuentro tratando de encontrar un adjetivo que describa lo que la Biblia dice acerca del Cielo. No es fácil como comprenderán. Seguramente ustedes podrían encontrar diez palabras que cuando se usen juntas, podrán expresar lo que quieran decir. Pero que tal si estuvieran limitados a UNA SOLA palabra? ¿Cuál sería? Muy bien, déjenme intentarlo. ¿Qué tal, “perfección”?
En realidad esa es una buena palabra para usar. Tengo un amigo que siempre me dice que aunque él no cree en Dios, está convencido que si es que hay un Dios bueno, no dejará que él vaya al infierno. Después de todo, dice mi amigo, él es un buen tipo. Un Dios bueno no dejaría que un buen tipo fuera al infierno ¿no? Usualmente le respondo diciéndole que yo creo que él puede tener un problema con su adjetivo. Le digo que como cristiano, yo no creo en un Dios ‘bueno’. Yo he puesto mi fe en alguien mucho más grandioso. Yo creo en un Dios PERFECTO. Esto es lo que yo pienso, y cómo se relaciona esto con el Cielo:
Si hay un Dios, Él es lo suficientemente poderoso como para crear cualquier cosa que vemos en el mundo. Él es lo suficientemente poderoso para crear algo de la nada, lo suficientemente poderoso para crear vida de lo que no está vivo, y materia donde no existe nada.
Si Dios puede hacer todo eso, Él tiene un poder INSONDABLE.
Si Dios tiene un poder insondable, Él tiene el poder para eliminar esta pequeña cosa que llamamos IMPERFECCIÓN.
Si Dios tiene el poder para eliminar la imperfección, entonces Él puede ciertamente eliminarla del reino en el que Él existe.
Por tanto, el Cielo es un lugar de PERFECCIÓN.
Aún desde esta simple posición filosófica, es fácil ver por qué podemos creer que el Cielo es un lugar perfecto. Esto debe darnos un motivo para preocuparnos y un motivo para alegrarnos. Debemos preocuparnos acerca de los requerimientos (¿alguno de nosotros es perfecto o está calificado para entrar en un lugar perfecto?) y alegrarnos de que nosotros tenemos la seguridad acerca de nuestro destino, a pesar de nuestra imperfección (Jesús nos ha provisto de un salvoconducto).
La Lista de “Perfectos”
Así que comencemos a estudiar las características del Cielo y regocijémonos en el hecho de que aunque somos criaturas caídas y pecadoras, algún día se nos dará el don de la perfección:
1 Tendremos un Conocimiento Perfecto
Me encanta la idea de que algún día ‘lo tendremos’ y entenderemos todo lo que ahora preguntamos. Algún día vamos a estar en la presencia de Aquel que lo sabe TODO. El estará asequible para responder las preguntas. No estaremos frustrados y luchando por entender y creer. Estaremos en paz con la verdad:
1 Corintios 13:9-13
¨Porque en parte conocemos, y en parte profetizamos; pero cuando venga lo perfecto, lo incompleto se acabará. Cuando yo era niño, hablaba como niño, pensaba como niño, razonaba como niño; pero cuando llegué a ser hombre, dejé las cosas de niño. Porque ahora vemos por un espejo, veladamente, pero entonces veremos cara a cara; ahora conozco en parte, pero entonces conoceré plenamente, como he sido conocido. Y ahora permanecen la fe, la esperanza y el amor, estos tres; pero el mayor de ellos es el amor.”
2 Experimentaremos La Gloria Perfecta
“Gloria” es una palabra que es usada todo el tiempo en la Biblia, pero con frecuencia solo la leemos de pasada. La palabra realmente trata de describir la belleza, la grandeza y la excelencia perfecta. Todos nosotros apreciamos la belleza y la excelencia en nuestro mundo físico, porque fuimos creados a la imagen de Dios, quien es no solamente la fuente de la gloria sino también el máximo exponente de ella.
Mateo 24:30
“Entonces aparecerá en el cielo la señal del Hijo del Hombre; y entonces todas las tribus de la tierra harán duelo, y verán al HIJO DEL HOMBRE QUE VIENE SOBRE LAS NUBES DEL CIELO con poder y gran gloria.”
Mateo 25:31
“Pero cuando el Hijo del Hombre venga en su gloria, y todos los ángeles con El, entonces se sentará en el trono de su gloria.”
Marcos 8:38
“Porque cualquiera que se avergüence de mí y de mis palabras en esta generación adúltera y pecadora, el Hijo del Hombre también se avergonzará de él, cuando venga en la gloria de su Padre con los santos ángeles.”
Ahora, piensa en lo que sea que te emociona por su excelencia o la belleza de su grandeza. ¿Es el arte? ¿La música? ¿Es el drama o la literatura, o la perfecta ejecución de algún juego deportivo de algún tipo? ¿Recuerdas la sensación que tuviste cuando apreciaste por primera vez la belleza y la perfección de lo que viste, leíste o escuchaste? Bueno, imagina estar en ESE estado para siempre. Esa es solo una pequeña expresión de cómo será estar en la presencia de la belleza, la excelencia y la grandeza del Cielo. La Biblia usa un lenguaje figurativo para describir la ‘ciudad’ de Dios en un esfuerzo por ayudarnos a entender que incluso los elementos terrenales de construcción que ahora apreciamos como algo común, son gloriosos en el Cielo.
Apocalipsis 21:18-21
“El material del muro era jaspe, y la ciudad era de oro puro semejante al cristal puro. Los cimientos del muro de la ciudad estaban adornados con toda clase de piedras preciosas: el primer cimiento, jaspe; el segundo, zafiro; el tercero, ágata; el cuarto, esmeralda; el quinto, sardónice; el sexto, sardio; el séptimo, crisólito; el octavo, berilo; el noveno, topacio; el décimo, crisopraso; el undécimo, jacinto; y el duodécimo, amatista. Las doce puertas eran doce perlas; cada una de las puertas era de una sola perla; y la calle de la ciudad era de oro puro, como cristal transparente.”
3 Disfrutaremos del Reposo Perfecto
¿Por qué es que nos encanta dormir en nuestros días de descanso? ¿Es porque somos perezosos? ¿O es más bien porque llegamos a estar tan fatigados por las luchas de la vida? Muchos de nosotros entendemos lo que es el amor al trabajo y sus logros y el ser productivos; pero también entendemos que las cargas de la vida sencillamente pueden extenuarnos. Dios nos ha prometido que el Cielo será un lugar de descanso. No un lugar que carezca de TRABAJO, sino un lugar donde las cargas y las luchas de la vida nos serán quitadas. No tendremos que luchar por ser ‘buenos’, ni batallar para mantener relaciones o conductas Santas. La carga de las dificultades de la vida será quitada de nuestros hombros:
Hebreos 4:9-11
“Queda, por tanto, un reposo sagrado para el pueblo de Dios. Pues el que ha entrado a su reposo, él mismo ha reposado de sus obras, como Dios reposó de las suyas. Por tanto, esforcémonos por entrar en ese reposo, no sea que alguno caiga siguiendo el mismo ejemplo de desobediencia.”
4 Participaremos en la Alabanza Perfecta
¿Alguna vez has tratado con toda tu fuerza de enfocarte en la alabanza cuando estás en la iglesia? ¿Alguna vez te has sentido como si tu mente y corazón no estuvieran en la actitud correcta para adorar a Dios de la manera que te gustaría hacerlo? ¿Alguna vez te preguntaste en primer lugar, cómo DEBERÍAS alabar a Dios? Bueno ninguna de esas cosas será ya un problema en el Cielo, donde la mera presencia de Dios provocará en ti una respuesta de alabanza, sin ningún esfuerzo de nuestra parte.
Isaías 6:3
“Y el uno al otro daba voces, diciendo: Santo, Santo, Santo, es el SEÑOR de los ejércitos, llena está toda la tierra de su gloria.”
5 Disfrutaremos del Trabajo Perfecto
A veces, cuando escuchamos la palabra “trabajo”, pensamos en la palabra “labor”. Pensamos en el trabajo como esta carga laboriosa y penosa que todos nosotros tenemos que hacer para ganarnos la vida y sobrevivir. Pero al mismo tiempo, todos participamos en alguna actividad que ciertamente es trabajo, pero sin embargo no vemos esa tarea como una labor terrible. Hay algunas actividades que realmente estamos FELICES de realizar. Ni siquiera nos parecen como trabajo, mientras que claramente pueden ser definidas como tal. La diferencia parece ser que encontramos tal significado y satisfacción en estas tareas, que no las vemos como una carga. Eso es realmente para lo que Dios nos diseñó. Él nos diseñó para trabajar de manera SATISFACTORIA, y el Cielo es el lugar donde esto será posible para nosotros. Jesús describía a menudo el Cielo con parábolas. En algunas de estas parábolas, los santos presentes en el cielo están claramente comprometidos en un trabajo significativo.
Lucas 19:17
“Y él le dijo: “Bien hecho, buen siervo, puesto que has sido fiel en lo muy poco, ten autoridad sobre diez ciudades.”
Mateo 19:28
“Y Jesús les dijo: En verdad os digo que vosotros que me habéis seguido, en la regeneración, cuando el Hijo del Hombre se siente en el trono de su gloria, os sentaréis también sobre doce tronos para juzgar a las doce tribus de Israel.”
6 Participaremos de la Comunión Perfecta
La mayoría de nosotros cuando tenemos oportunidad, preferimos más salir con nuestros amigos que ninguna otra cosa. Eso es porque fuimos creados a la imagen del Dios Trino, quien por su misma naturaleza está en continua y perfecta relación con las otras personas de la Divinidad. Nuestro Dios es innato y típicamente relacional. Eso es por lo que somos tan dados a relacionarnos. Y el Cielo es el lugar donde este aspecto de nuestra naturaleza se verá totalmente realizado:
Hebreos 12:22-24
“Vosotros, en cambio, os habéis acercado al monte Sión y a la ciudad del Dios vivo, la Jerusalén celestial, y a miríadas de ángeles, a la asamblea general e iglesia de los primogénitos que están inscritos en los cielos, y a Dios, el Juez de todos, y a los espíritus de los justos hechos ya perfectos, y a Jesús, el mediador del nuevo pacto, y a la sangre rociada que habla mejor que la sangre de Abel.”
7 Recibiremos el Reconocimiento Perfecto
Y finalmente, el Cielo es un lugar donde cada uno de nosotros, será reconocido y recompensado por Dios. ¿Has notado cómo aquí en el mundo estamos tan inclinados a desear el reconocimiento y la alabanza de nuestros compañeros? Luchamos por esta clase de cosas. Vendemos nuestras almas por esta clase de cosas. Haríamos cualquier cosa si solo alguien nos prestara atención. El Cielo es el lugar donde ese deseo intrínseco es finalmente satisfecho. El Cielo es el lugar donde todos son satisfechos con el reconocimiento y la recompensa que recibirán del Rey. Dios nos ha prometido esto:
Lucas 19:15-19
“Y sucedió que al regresar él, después de haber recibido el reino, mandó llamar a su presencia a aquellos siervos a los cuales había dado el dinero, para saber lo que habían ganado negociando. Y se presentó el primero, diciendo: “Señor, tu mina ha producido diez minas más.” Y él le dijo: “Bien hecho, buen siervo, puesto que has sido fiel en lo muy poco, ten autoridad sobre diez ciudades. “Entonces vino el segundo, diciendo: “Tu mina, señor, ha producido cinco minas.”Y dijo también a éste: “Y tú vas a estar sobre cinco ciudades.”
Daniel 12:3
“Los entendidos brillarán como el resplandor del firmamento, y los que guiaron a muchos a la justicia, como las estrellas, por siempre jamás.”
1 Corintios 3:14-15
“Si permanece la obra de alguno que ha edificado sobre el fundamento, recibirá recompensa. Si la obra de alguno es consumida por el fuego, sufrirá pérdida; sin embargo, él será salvo, aunque así como por fuego.”
El Cielo es el lugar donde todos nuestros instintos y tendencias innatas finalmente tendrán sentido. Todos sabemos que tenemos la tendencia hacia el conocimiento, que anhelamos la belleza y la excelencia, que deseamos el descanso y la paz, que nos encontramos adorando ALGO en nuestro entorno, que buscamos un trabajo satisfactorio y significativo, que deseamos la intimidad de relaciones cercanas, y nos esforzamos por el reconocimiento y la alabanza. ¿Por qué somos tan obsesivos? ¿Por qué nos obsesionamos tanto por encontrar estas cosas, y nos frustramos tanto cuando no podemos obtenerlas? Esto es porque fuimos diseñados a la imagen de Dios, pero aún no estamos en Su presencia. No estamos completos. Aún estamos aquí en este lugar que no es nuestro hogar. Pasando por un mundo imperfecto, estamos en camino a la perfección; al lugar donde todos nuestros deseos e instintos finalmente tendrán sentido y serán satisfechos.
Pero Algunas Necesidades No Serán Satisfechas en el Cielo
Pero mientras que tantas cosas serán satisfechas una vez que nos reunamos con Aquél que nos ha creado a Su Imagen, habrá algunas necesidades que simplemente ya no existirán una vez que dejemos este mundo. Mientras pensamos en nuestro futuro con Dios, recordemos lo que YA NO será necesario en el Cielo, y vivamos una vida aquí en la tierra, que refleje la verdad acerca de nuestra vida con Dios.
1 La Necesidad de Tener Fe
Dios nos ha dicho que la FE es el mecanismo a través del cual somos salvados, y cuando realmente piensas en ello, es necesaria la FE cuando se nos pide poner nuestra confianza en algo que no se puede ver:
Hebreos 11:1-2
“Ahora bien, la fe es la certeza de lo que se espera, la convicción de lo que no se ve. Porque por ella recibieron aprobación los antiguos.”
El hecho de que Dios no sea visible para nosotros en la actualidad, es lo que requiere que tengamos fe en que lo que creemos acerca de Él es realmente la verdad. Pero vendrá un día cuando lo veremos directamente. Ese día, la fe ya no existirá. Simplemente LO SABREMOS.
2 La Necesidad de Crecer
Y en el Cielo no tendremos que sumergirnos en los libros para tener este conocimiento. No estaremos en clases de seminarios, luchando por entender la complejidad de la visión ortodoxa de la Trinidad o la naturaleza de Dios. No seremos más listos con cada día que pase. ¡Ni siquiera lo necesitaremos! Porque ya sabremos todo lo que debamos saber; no habrá necesidad de crecer:
1 Corintios 13:11-12
“Cuando yo era niño, hablaba como niño, pensaba como niño, razonaba como niño; pero cuando llegué a ser hombre, dejé las cosas de niño. Porque ahora vemos por un espejo, veladamente, pero entonces veremos cara a cara; ahora conozco en parte, pero entonces conoceré plenamente, como he sido conocido.”
Nuestro deseo de madurar como cristianos, será plenamente alcanzado en el Cielo.
3 La Necesidad de Consuelo
Tampoco estaremos llorando uno en el hombro del otro en el Cielo. De hecho, no estaremos llorando para nada. Tampoco necesitaremos consolarnos unos a otros en tiempos difíciles porque NO HABRÁ tiempos difíciles.
Apocalipsis 21:3-4
“Entonces oí una gran voz que decía desde el trono: He aquí, el tabernáculo de Dios está entre los hombres, y El habitará entre ellos y ellos serán su pueblo, y Dios mismo estará entre ellos. El enjugará toda lágrima de sus ojos, y ya no habrá muerte, ni habrá más duelo, ni clamor, ni dolor, porque las primeras cosas han pasado.”
4 La Necesidad de Alcanzar a Otros
Y finalmente, no estaremos planeando viajes misioneros en el Cielo. Tampoco estaremos tratando de imaginarnos la mejor forma de testificar a los perdidos o alcanzar a aquellos que aún no conocen a Jesús. La verdad es, que solo hay una oportunidad para poner tu fe en Cristo, y ese tiempo se terminará cuando lleguemos al Cielo:
Hebreos 9:27-28
“Y así como está decretado que los hombres mueran una sola vez, y después de esto, el juicio, así también Cristo, habiendo sido ofrecido una vez para llevar los pecados de muchos, aparecerá por segunda vez, sin relación con el pecado, para salvación de los que ansiosamente le esperan.”
Solo morimos una sola vez, y después somos juzgados. No hay una segunda oportunidad en el Cielo, aunque hay muchas oportunidades para cada uno de nosotros aquí en la tierra. ESTE es un lugar donde se nos pide poner nuestra fe en lo que no podemos ver. Una vez que todo nos haya sido revelado, las oportunidades para la ‘fe’ se habrán terminado.
¿Te Fijaste en Esto?
Al examinar la naturaleza del Cielo, terminamos conociendo algunas importantes verdades acerca de la naturaleza de Dios y de la NUESTRA. ¿Alguna vez te has preguntado, por qué como el ser humano que eres, te encuentras constantemente buscando ciertas cosas que parece que nunca podrás alcanzar? ¿A cuántos de ustedes les encanta aprender, pero se han dado cuenta de que entre más saben, más descubren lo mucho que desconocen? ¿Cuántos de ustedes anhelan la belleza y la excelencia, pero han descubierto cuán difícil es encontrar la perfección en nuestro mundo? ¿Cuántos de ustedes están cansados y fatigados de las cargas que llevan y desean un descanso de todo esto, pero saben que eso es casi imposible con la vida que llevan? ¿Cuántos de ustedes se encuentran atrapados en pasatiempos u otras distracciones que los obsesionan en un esfuerzo por darle un significado a su vida? ¿A cuántos de ustedes les ENCANTARÍA estar totalmente satisfechos con su trabajo, sin embargo se encuentran frustrados y agotados? ¿Cuántos de ustedes desean tener grandes relaciones, pero han llegado a descubrir que la gente les falla con frecuencia? Y ¿cuántos de ustedes quieren ser tomados en cuenta, pero se sienten como si el mundo ni siquiera supiera que existen?
En primer lugar, ¿por qué es que estos deseos ‘naturales’ son parte de nuestra naturaleza? Si es que la evolución es verdad, entonces el proceso de selección natural más bien nos ha jugado una broma muy cruel. Ha permitido que la raza humana evolucione con todas estas tendencias que nunca podrán ser satisfechas. Todas estas tendencias y deseos simplemente nos conducen a la frustración y desesperación si NUNCA pueden hacerse realidad. Pero mientras estudio la naturaleza del Cielo, me doy cuenta de que éstas son, de hecho, las promesas que Dios nos ha dado para la vida que viviremos en Su presencia. Él es el autor de nuestra naturaleza humana, y Él nos dice que hemos sido creados a Su imagen; una imagen de perfecto conocimiento, gloria, reposo, adoración, trabajo, compañerismo y reconocimiento. Con razón tenemos estos deseos y tendencias innatas, y gracias a Dios que algún día seremos totalmente satisfechos de ellas.
Pero hay algo más que he aprendido de mi estudio sobre el Cielo. Ahora que se cómo será el Cielo, creo que tengo una mejor idea de lo que debo hacer mientras estoy AQUÍ en la tierra. Existen estas pequeñas cosas incómodas que no pueden posponerse para cuando lleguemos al Cielo. Sabemos que entonces no habrá necesidad de tener fe, ni necesidad de crecer, ni necesidad de consolar a otros, ni necesidad de evangelizar una vez que lleguemos a vivir en la presencia de Dios. Pero ahora mientras estamos aquí en la tierra ESTAS cosas deben ser nuestra prioridad. Necesitamos QUITAR los ojos de las cosas que nos serán dadas de cualquier forma en el Cielo; como nuestro deseo por la gloria, el descanso, la distracción, la notoriedad, la aprobación y reconocimiento y hacer las cosas que no podremos hacer después. Este es el tiempo para que confiemos en nuestra fe, crezcamos en nuestro conocimiento de Dios, consolemos a aquellos que lo necesiten y alcancemos a aquellos que están perdidos. No podremos hacer esas cosas después.
Así que simplemente seamos pacientes en esperar por lo que no podemos tener ahora, y ocupémonos de lo que no podremos hacer después. Vivamos con un verdadero entendimiento de lo que es el Cielo, que hace que nuestras vidas aquí en la tierra sean radicalmente diferentes.
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