¿No sabemos qué ante un Dios santo somos todos pecadores? Todos nos hemos desviado a nuestros propios caminos y no lo hemos respetado. No hemos procurado obedecerle, tampoco le rendimos culto como merece.
¿No estamos siendo lamentablemente ingenuos para no hacerle caso a nuestro propio Hacedor, el poderoso Creador de todo el universo? Pero al ser el Dios bueno y un Dios que ama a todo lo que ha hecho, es tardo para enojarse y paciente para permitirnos la oportunidad de arrepentirnos de nuestra impiedad, de sentir remordimiento, de dar vuelta y volverle a El. Romanos 2:4
Aun así, debemos entender que El es un Dios de ira Romanos 1:18 y que se reserva el derecho de castigar o destruir a todos quienes lo rechazan. La Biblia declara que por nuestra dureza de corazón atesoramos ira para el día de la ira, el juicio final. Romanos 2:5 ¿Y qué haremos cuando Dios dice, ‘el alma que pecare, esa morirá,’ y ‘les pagaré conforme a sus hechos?’ Ezequiel 18:4, Jeremías 25:14 Ezequiel 33:11 y ‘apartaos de todas vuestras transgresiones que no os será la iniquidad causa de ruina.’ ¡Convertíos, pues, y viviréis!’ Ezequiel 18:30-32. Apartándonos del mal, nos recibirá. Isaías 52:11, 2 Corintios 6:17 Afortunadamente para nosotros, también dice ‘Vivo yo, dice Jehová, que no quiero la muerte del impío, sino que se vuelva de su camino y que viva. Volveos, volveos de vuestros malos caminos, o ¿por qué moriréis?’
Entonces Dios de veras es un Dios de bondad y misericordia. ‘Cercano está Jehová a los quebrantados de corazón; y salva a los contritos de espíritu.’ Salmo 34:18 ‘Los sacrificios de Dios son el espíritu quebrantado; al corazón contrito y humillado no despreciarás tú, oh Dios.’ Salmo 51:17 ‘El que encubre sus pecados no prosperará; mas el que los confiesa y se aparta alcanzará misericordia.’ Proverbios 28:13 Por poco nos ruega para decir: ‘Venid y estemos a cuenta: si vuestros pecados fueren como la grana, como la nieve serán emblanquecidos; si fueren rojos como el carmesí, vendrán a ser como blanca lana.’ Isaías 1:18 ‘Quizá oigan, y se vuelvan cada uno de su mal camino, y me arrepentiré yo del mal que pienso hacerles por la maldad de sus obras.’ Jeremías 26:3
Entonces, sí, ¡hay una manera para ser restaurado a Dios, ser hecho limpio y perdonado, y para recibir una nueva vida! Vean al ejemplo maravilloso de la parábola de Jesús cuando habló acerca del arrepentimiento del pecado y volverse a Dios: ‘Me levantaré e iré a mi padre, y le diré, Padre, he pecado contra el cielo y contra ti. Ya no soy digno de ser llamado tu hijo.’ Lucas 15:18,19 ¡Y este joven rebelde fue perdonado y amado y restaurado! En otra ocasión, Jesús cuenta de otro hombre arrepentido de las injusticias que se llevó a cabo en su carrera: ‘No quería ni aun alzar los ojos al cielo, sino que se golpeaba el pecho, diciendo: Dios, sé propicio a mí, pecador.’ Lucas 18:13 ¡Y el Señor declaró que éste se marchó de allí, también un hombre nuevo, perdonado y justificado delante de Dios!
Esto es el camino hacia la salvación. Todo el Nuevo Testamento enseña el arrepentimiento del pecado: por Juan el Bautista, ‘Arrepentíos, porque el reino de los cielos se ha acercado.’ Mateo 3:2, por Jesús mismo, ‘Si no os arrepentís, todos pereceréis.’ Lucas 13:5, el Apóstol Pedro en el Libro de Los Hechos, ‘¡De manera que también a los gentiles ha dado Dios arrepentimiento para vida!’ Hechos 11:18, yen las epístolas, ‘El Señor…es paciente para con nosotros, no queriendo que ninguno perezca, sino que todos procedan al arrepentimiento.’ 2 Pedro 3:9.
Solamente hay una cosa más que tenemos que hacer para que seamos perdonados, corregidos y restaurados a Dios: ‘Cree en el Señor Jesucristo y serás salvo.’ Hechos16:31 Fue El y El sólo que bajó de los cielos, que se hizo hombre y que ofreció su santa sangre como un sacrificio perfecto para pagar la pena de los pecados de toda la humanidad. Hebreos 9:12-14 Su muerte en la cruz satisfizo plenamente la justicia de Dios y ganó nuestro perdón. Gratuitamente el Padre Celestial salva a todos aquellos que ponen su confianza en su Hijo, Jesucristo como su Perdonador. ¡Al hacerlo, entramos en una nueva vida y pasaremos toda la eternidad con nuestro Hacedor, gozándonos de todas las bendiciones y los deleites del cielo! 1 Tesalonicenses 4:17 Debemos de concluir, ‘¿Cómo escaparemos nosotros si descuidamos una salvación tan grande? Hebreos 2:3
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