29 de abril de 2009

¿ Alá o Jesús ?

El mes pasado asistí a una clase de entrenamiento requerida para mantener mi status de seguridad en el departamento de prisiones del estado. Durante la reunión hubo una presentación por tres disertantes, Católico, Protestante y Musulmán, quienes explicaron sus creencias. Me interesaba sobre todo, lo que el Imán islámico diría.

El Imán hizo una completa y gran presentación de las bases del Islam, incluido videos... Después de las presentaciones, se concedió tiempo para preguntas y respuestas..

Cuando llegó mi turno pregunté al Imán: 'Por favor, y corríjame si me equivoco, pero entiendo que la mayoría de imanes y clérigos del Islam, han declarado la Jihad (guerra santa), contra los infieles del mundo. De modo que, matando a un infiel, que es una orden para todos los musulmanes, tenían asegurado un lugar en el cielo. Si así fuera el caso, ¿puede Vd. darme una definición de infiel?

Sin discutir mis palabras, contestó con seguridad: son los no creyentes.

Contesté: 'Permítame asegurarme que le entendí bien. A todos los seguidores de ALA, le ha sido ordenado matar a todo el que no es de su Fe para poder ir al cielo? ¿Es correcto?' La expresión de su cara cambió de una autoridad, a la de un chico con la mano en la lata de galletas.

Vergonzosamente. contestó: 'Así es' Agregué: Pues bien, señor, tengo un verdadero problema tratando de imaginar al papa Benedicto XVI ordenando a todos los católicos a matar a todos los de su fe islámica, o al Dr. Stanley ordenando a los protestantes hacer lo mismo para ir al cielo. El Imán quedó mudo.

Continué: También tengo problema con ser su amigo, cuando Vd. y sus colegas dicen a sus pupilos que me maten ¿Preferiría Vd. a su ALÁ, que le ordena matarme para ir al cielo, o a mi Jesús que me ordena amarlo para que yo vaya al cielo y quiere que usted me acompañe?

Podías oír la caída de un alfiler cuando el Imán inclinó avergonzado su cabeza.

Con nuestro sistema de justicia liberal, y por presión del ACLU

(Organización árabe americana) este diálogo no será publicado por ningún medio de comunicación.

Ruego lo haga circular por toda su lista de direcciones.

Rick Mathes

28 de abril de 2009

TRES INFIERNOS

por el Hermano Pablo

Para ella la vida era un infierno, un infierno triple. Había nacido en el Amazonas, el llamado «infierno verde». Las riberas del río Xingú habían sido su cuna. Su hogar, un pobre hogar indígena lleno de hermanos, había sido otro infierno. Finalmente María, de apenas catorce años de edad, fue a parar al prostíbulo en el pueblo de Paraíso, Matto Grosso. Este, después de los otros, le fue un infierno inevitable.

«Voy a quemar este infierno que es mi vida», determinó la joven. Y bebió un vaso de kerosene. El resto se lo echó encima y se prendió fuego. A duras penas le salvaron la vida, pero sufrió quemaduras horribles en todo el cuerpo.

Esta es una historia más de la selva amazónica. Es también una historia de la triste vida que les toca llevar a tantas indígenas. Pobres, incultas, abandonadas, sin derecho político ni abogados que las defiendan, María y otras tantas jóvenes de la tribu van a parar al prostíbulo como único medio de vida.

María tuvo suerte —comenta el doctor Paul B. Long, testigo de todo esto—, pues fue salvada, salvada dos veces, primero de las horribles quemaduras, y después de esa vida desesperante. María es hoy una feliz y fiel creyente en Cristo.

La vida está llena de infiernos. Para María había el infierno verde del Amazonas. Pero también hay el infierno blanco de la cocaína, el infierno ámbar del licor, el infierno ceniciento del cigarrillo de marihuana, y el infierno amarillento del virus del SIDA.

Luego hay los infiernos del alma: el infierno negro del odio, el infierno verde de los celos, el infierno morado de la discordia familiar, y el infierno rojo de la rebeldía juvenil. ¡Cuántos infiernos existen en un mundo que comenzó siendo un paraíso!

¿Cómo salir de estos infiernos que no son más que el preludio del otro infierno, del final? Hay una sola manera de escapar. María encontró en la gracia de Cristo el escape del infierno de la prostitución. Y miles como ella han encontrado en Cristo, no en una religión, ni en ninguna secta ni en ninguna iglesia, sino en la persona de Cristo, la salida de sus múltiples infiernos.

          ¿Es la vida suya todo un infierno? ¿Cómo está su relación familiar? ¿Cómo está su relación con sus padres, su esposa o esposo, y sus hijos? ¿Cómo está su relación con la ley? ¿Cómo está su relación consigo mismo? ¿Tiene usted paz en su alma? ¿Le es la vida un jardín de rosas, o es todo espinas y cardos?

Jesucristo ofrece la salvación perfecta. Él desea ser su Amigo y Salvador. Salga de los infiernos que ahora lo están matando. Cristo le ofrece salvación.

Dios te bendiga!

20 de abril de 2009

Dile adios a la Mediocridad


“Hay quienes piensan que la disciplina es un castigo. Para mi la disciplina es la que me lleva a conquistar mis sueños.”
Pedro Sifontes

Para muchos hoy en día la mediocridad es algo normal, están satisfechos con su vida que no hacen el mínimo esfuerzo en buscar una vida de excelencia. Es tan fácil ser mediocre y tan difícil ser excelente que no nos esforzamos en tener un plan para desarrollar todo nuestro potencial y lo mas triste es que todo lo dejamos “a la voluntad de Dios”, allí nos escudamos para no tener éxito, para no ser excelente en la vida.

Algunas de las frases típicas que más escuchamos en este tipo de personas son: ! Para que intentarlo!, !No puedo hacerlo!, !Es muy difícil!, !Nadie hace eso!, !Yo no nací para eso!, !No se como hacerlo!, !Vamos a intentarlo a ver que pasa!. ¡Ya lo intenté! ¡Creo que Dios me quiere así! ¡Eso no va a funcionar!
Piensa por un momento que Dios es Padre y Él desea lo mejor para sus hijos. Acaso no es lo que usted desea para sus hijos. Dios es un Dios de excelencia, él todo lo hizo bueno y El espera que usted sea excelente en su vida, en su matrimonio, en sus estudios, sus negocios y en todo lo que hagas.

“Si quieres llevar una vida extraordinaria averigua lo que hace la gente común y no lo hagas”

Dios no espera que actuemos perfectamente, pero si espera que actúes con excelencia. Que no te conformes con lo bueno que seas excelente. No tenemos matrimonios excelentes porque nos conformamos con un buen matrimonio y para que esforzarse.

Si usted quiere un matrimonio excelente, una vida excelente, una empresa excelente usted necesita establecer un plan, tener metas pero sobre todo disciplina. Si usted quiere hacer la diferencia usted necesita disciplinarse a si mismo.

La biblia enseña: “Mejor es el que tarda en airarse que el fuerte; Y el que se enseñorea de su espíritu, que el que toma una ciudad.” Proverbios 16:32

Aristóteles dijo: “Somos lo que hacemos una y otra vez. La excelencia, por lo tanto, no es un acto, sino un hábito.” ¿Cuáles son tus metas? ¿Las estás alcanzando? ¿Qué está faltando para lograrlas?
Usted comienza a dejar la mediocridad cuando disciplina su mente, su lengua, sus emociones y su cuerpo, y elige caminar en pos de la excelencia.

“Lo que hagamos en alguna gran ocasión probablemente dependerá de lo que ya somos; y lo que somos será resultado de años previos de autodisciplina.” H.P.Liddon

En una oportunidad a un violinista con mas de 40 años de carrera se encontraba en uno de sus conciertos, y se le acercó un admirador y le dijo: usted es un verdadero genio, a lo que aquel violinista indignado respondió, como voy yo a ser un genio después de ensayar ocho horas diarias durante cuarenta años sin interrupción. Su genialidad era fruto de su autodisciplina durante toda su vida. Este hombre había escogido el camino de la excelencia para desarrollar su carrera y para ello debió esforzarse cada día con autodisciplina.

Si queremos salir de nuestra mediocridad, si anhelamos hacer las cosas con excelencia, si queremos ser diligentes y crecer cada día. Necesitamos aprender el principio de la autodisciplina.

A continuación seis claves que te ayudaran a tener una vida disciplinada:
1. Administra bien tu vida. No malgastes el tiempo.
2. Descubre tus fortalezas y enfócate en ellas. ¿En que eres bueno o buena?
3. Ordena y establece prioridades.
4. Se sabio en tomar decisiones.
5. Establece metas que te desafíen.
6. Manos a la obra. La Fe sin acción no sirve.

Dios no quiere que usted sea mediocre, El creo al hombre con todo lo necesario para que fuera excelente y le ha dejado un manual de excelencia.
“Solamente sé fuerte y muy valiente; cuídate de cumplir toda la ley que Moisés mi siervo te mandó; no te desvíes de ella ni a la derecha ni a la izquierda, para que tengas éxito dondequiera que vayas.” Josué 1:7.

Hoy es el mejor día para decirle adiós a la mediocridad, para ser disciplinado y caminar hacia la excelencia.

En amor y liderazgo,
Pedro Sifontes

19 de abril de 2009

Conocer la meta para alcanzarla

meta ¿Como define usted el liderazgo espiritual? Si queremos ser líderes eficaces, es importante saber la meta y como llegar a tal meta. Abajo apunto algunas definiciones que autores sobre el tema han propuesto:

 

1. Liderazgo es… ejercer su don espiritual bajo la voluntad y llamada de Dios para servir a un grupo de personas para ayudarles a alcanzar las metas que Dios les ha dado con el fin de glorificar a Dios. (Kenneth Gangel)

2.  Liderazgo es…ayudar a las personas a contribuir para hacer algo extraordinario. (Alan Keith)

3.  Liderazgo es…la capacidad y voluntad de animar a hombres y mujeres a cumplir un propósito común y tener el carácter que inspira confianza entre ellos. (Bernard Montgomery)

4.  Liderazgo es…averiguar lo que se debe hacer y luego hacerlo. (Leith Anderson)

5.  Liderazgo es…la habilidad de influir en otras personas. (Oswald Sanders)

6.  Liderazgo es…tomar la iniciativa para influir en las personas para que crezcan en santidad y promover con pasión la extensión del reino de Dios en nuestro mundo. (Don N. Howell, Jr.)

7.  Liderazgo es…el influir en las personas de Dios, usar los recursos de Dios para cumplir los propósitos de Dios para dar gloria a Dios. (P. Sinclair)

Ahora tome tiempo para reflexionar.

- ¿Cuál es la definición que mas le gusta?

- ¿Hay alguna definición que no le gustó? ¿Por qué?

- ¿Puede mezclar sus ideas con las ideas aquí propuestas y formar su propia definición?

- Ahora que tiene una definición preferida, tome tiempo para evaluar su propio liderazgo.

-  ¿Esta cumpliendo bien con sus responsabilidad como líder?

-  ¿Qué es lo que necesita cambiar?

-  ¿Hay un nuevo hábito que debe de incluir en su vida?

-  ¿Hay un área de su vida o habilidad que debe desarrollar?

Todo líder tiene que seguir en su proceso de desarrollo. Ninguno ha llegado a la perfección. Nuestros seguidores merecen un crecimiento continuo de nuestras habilidades y carácter. Debemos de ser modelos de personas que perseveran en la jornada espiritual. No debemos rendirnos o permitirnos ser flojos ya que hemos alcanzado cierta madurez.

Que Dios nos ayude a seguir desarrollándonos como mejores líderes espirituales en nuestras iglesias, comunidades y hogares.

Seamos fieles sirviendo a Dios cada día,

Scott Yingling

18 de abril de 2009

¿MATORRALES U HOMBRES

Por el Hermano Pablo

Allí al costado del camino había algo que se movía. Tal vez eran vacas o caballos. O posiblemente eran matorrales o arbustos. Eran las dos de la mañana, y Tony Tropez no veía bien. Había bebido demasiado.

Él y otros dos amigos salieron del vehículo. Tony apuntó su rifle a lo que él pensó que eran arbustos, y sólo por disparar haló el gatillo varias veces.

Después de un par de horas regresó a su casa y se acostó a dormir. A las siete de la mañana lo despertó su madre. «Levántate, hijo —le dijo—. Te busca la policía. Dicen que anoche mataste a dos muchachos.» En efecto, los matorrales a los que había disparado locamente Tony eran Javier Ramírez, joven de dieciocho años de edad, y Rolando Martínez, de diecisiete.

Ésta es una tragedia más, producto del alcohol. En este caso es más doloroso el hecho porque todos eran amigos, estudiantes del mismo colegio.

El homicida era un brillante alumno que nunca había estado en problemas. Pero salió de parranda con sus amigos, bebió demasiado y se armó de un rifle de repetición. Con el arma en la mano y con el alcohol en el cerebro, disparó tiros a la loca. Nunca se imaginó que esas balas fueran para sus amigos.

¿A quién se le puede echar la culpa de esta tragedia tan lamentable? ¿Quién o qué es responsable de este suceso? ¿Cómo pudo ocurrir algo así?

Si en el banquillo de los acusados sentáramos a todos los culpables o presuntos culpables, la lista sería larga. Pondríamos, por una parte, a los fabricantes de armas, y con ellos a los que las venden. Luego pondríamos a los que fabrican y expenden licor.

Acusaríamos también a todas las películas de violencia y homicidio, y a todos los héroes de pistola y de metralleta.

Tendríamos también que acusar a una sociedad que se ha hecho materialista y cínica, y que se pavonea de su libertad, que no es más que libertinaje.

Y no quedaría sin culpa la religión, que a pesar de predicar la vida sana, dando los pasos a seguir, es impotente para transformar y regenerar al hombre, como también impotente para cambiar las costumbres de la sociedad.

¿Quién tiene la solución a un mal que tiene tantos culpables? La respuesta es Jesucristo. Él pone en cada uno un corazón nuevo y cambia por completo el rumbo de su vida. A todo el que quiera cambiar, le ofrece una transformación de su voluntad. Cristo trae paz y no confusión al corazón humano. Entreguémosle nuestro ser. Él nos dará una vida nueva.

16 de abril de 2009

El DIA EN QUE JESUS GUARDO SILENCIO

Aún no llego a comprender cómo ocurrió, si fue real o un sueño. Solo recuerdo que ya era tarde y estabá en mi sofá preferido con un buen libro en la mano. El cansancio me fue venciendo y empecé a cabecear…

En algún lugar entre la semi-inconsciencia y los sueños, me encontré en aquel inmenso salón, no tenía nada en especial salvo una pared llena de tarjeteros, como los que tienen las grandes bibliotecas. Los ficheros iban del suelo al techo y parecía interminable en ambas direcciones.

Tenían diferentes rótulos. Al acercarme, me llamó la atención un cajón titulado: “Muchachas que me han gustado”. Lo abrí descuidadamente y empece a pasar las fichas. Tuve que detenerme por el impresión, había reconocido el nombre de cada una de ellas: ¡se trataba de las muchachas que a mí me habían gustado!

Sin que nadie me lo dijera, empecé a sospechar de donde me encontraba. Este inmenso salón, con sus interminables ficheros, era un crudo catálogo de toda mi existencia.

Estaban escritas las acciones de cada momento de mi vida, pequeños y grandes detalles, momentos que mi memoria había ya olvidado.

Un sentimiento de expectación y curiosidad, acompañado de intriga, empezó a recorrerme mientras abría los ficheros al azar para explorar su contenido.

Algunos me trajeron alegría y momentos dulces; otros, por el contrario, un sentimiento de vergüenza y culpa tan intensos que tuve que volverme para ver si alguien me observaba.

El archivo “Amigos” estaba al lado de “Amigos que traicioné” y “Amigos que abandoné cuando más me necesitaban”.

Los títulos iban de lo mundano a lo ridículo. “Libros que he leído”, “Mentiras que he dicho”, “Consuelo que he dado”, “Chistes que conté”, otros títulos eran: “Asuntos por los que he peleado con mis hermanos”, “Cosas hechas cuando estaba molesto”, “Murmuraciones cuando mamá me reprendía de niño”, “Videos que he visto”…No dejaba de sorprenderme de los títulos.

En algunos ficheros habían muchas mas tarjetas de las que esperaba y otras veces menos de lo que yo pensaba. Estaba atónito del volumen de información de mi vida que había acumulado.

¿Sería posible que hubiera tenido el tiempo de escribir cada una de esas millones de tarjetas? Pero cada tarjeta confirmaba la verdad. Cada una escrita con mi letra, cada una llevaba mi firma.

Cuando vi el archivo “Canciones que he escuchado” quedé atónito al descubrir que tenía más de tres cuadras de profundidad y, ni aun así, vi su fin. Me sentí avergonzado, no por la calidad de la música, sino por la gran cantidad de tiempo que demostraba haber perdido.

Cuando llegué al archivo: “Pensamientos lujuriosos” un escalofrío recorrió mi cuerpo. Solo abrí el cajón unos centímetros.. Me avergonzaría conocer su tamaño. Saqué una ficha al azar y me conmoví por su contenido. Me sentí asqueado al constatar que “ese” momento, escondido en la oscuridad, había quedado registrado… No necesitaba ver más…

Un instinto animal afloró en mí. Un pensamiento dominaba mi mente: Nadie debe de ver estas tarjetas jamás. Nadie debe entrar jamás a este salón..¡Tengo que destruirlo!.

En un frenesí insano arranqué un cajón, tenía que vaciar y quemar su contenido. Pero descubrí que no podía siquiera desglosar una sola del cajón. Me desesperé y trate de tirar con mas fuerza, sólo para descubrir que eran mas duras que el acero cuando intentaba arrancarlas.

Vencido y completamente indefenso, devolví el cajón a su lugar.
Apoyando mi cabeza al interminable archivo, testigo invensible de mis miserias, y empecé a llorar. En eso, el título de un cajón pareció aliviar en algo mi situación:

“Personas a las que les he compartido del amor de Jesús”. La manija brillaba, al abrirlo encontré menos de 10 tarjetas. Las lagrimas volvieron a brotar de mis ojos. Lloraba tan profundo que no podía respirar. Caí de rodillas al suelo llorando amargamente de vergüenza. Un nuevo pensamiento cruzaba mi mente: nadie deberá entrar a este salón, necesito encontrar la llave y cerrarlo para siempre.

Y mientras me limpiaba las lagrimas, lo vi. ¡Oh no!, ¡por favor no!, ¡El no!, ¡cualquiera menos Jesús!. Impotente vi como Jesús abría los cajones y leía cada una de mis fichas. No soportaría ver su reacción. En ese momento no deseaba encontrarme con su mirada.

Intuitivamente Jesús se acercó a los peores archivos. ¿Por qué tiene que leerlos todos? Con tristeza en sus ojos, buscó mi mirada y yo bajé la cabeza de vergüenza, me llevé las manos al rostro y empecé a llorar de nuevo. El, se acerco, puso sus manos en mis hombros.

Pudo haber dicho muchas cosas. Pero el no dijo una sola palabra. Allí estaba junto a mí, en silencio. Era el día en que Jesús guardó silencio… y lloró conmigo.

Volvió a los archivadores y, desde un lado del salón, empezó a abrirlos, uno por uno, y en cada tarjeta firmaba su nombre sobre el mío. ¡No!, le grité corriendo hacia El.

Lo único que atiné a decir fue solo ¡no!, ¡no!, ¡no! cuando le arrebaté la ficha de su mano. Su nombre no tenía por que estar en esas fichas. No eran sus culpas, ¡eran las mías! Pero allí estaban, escritas en un rojo vivo. Su nombre cubró el mío, escrito con su propia sangre. Tomó la ficha de mi mano, me miró con una sonrisa triste y siguió firmando las tarjetas.

No entiendo como lo hizo tan rápido. Al siguiente instante lo vi cerrar el último archivo y venir a mi lado. Me miró con ternura a los ojos y me dijo:

Consumado es, está terminado, yo he cargado con tu vergüenza y culpa.

En eso salimos juntos del Salón… Salón que aún permanece abierto…. Porque todavía faltán más tarjetas que escribir…

Aún no se si fue un sueño, una visión, o una realidad… Pero, de lo que si estoy convencido, es que la próxima vez que Jesús vuelva a ese salón, encontrará más fichas de que alegrarse, menos tiempo perdido y menos fichas vanas y vergonzosas.
Romanos 10:13-15 (Nueva Versión Internacional)

13 porque todo el que invoque el nombre del Señor será salvo.
14 Ahora bien, ¿cómo invocarán a aquel en quien no han creído? ¿Y cómo creerán en aquel de quien no han oído? ¿Y cómo oirán si no hay quien les predique?15 ¿Y quién predicará sin ser enviado? Así está escrito: ¡Qué hermoso es recibir al mensajero que trae buenas nuevas!

14 de abril de 2009

Bebes Apresurados

apresurado Nacer en el Ártico puede ser un gran riesgo si se tiene en cuenta la gran cantidad de depredadores hambrientos dispuesto a alimentarse de una cría indefensa. Es por eso que la hembra de la foca gris o foca de Groenlandia puede retrasar la implantación del embrión para que los cachorros nazcan en el mes de Marzo, sincronizando el nacimiento de los pequeños bebés con la rotura de los hielos lo que dificulta el acceso a las crías de los osos polares que, luego de haber invernado, salen de cacería a principio del año.

De recién nacido el cachorro presenta un largo y sedoso manto blanco pero el pequeño aún no ha formado su capa de grasa por lo que se ve inhabilitado para ir al agua y estará expuesto a los ataques. Es por eso que su infancia debe ser lo más corta posible.

El bebé ya perdió los dientes de leche antes de nacer, en el útero materno. Durante los primeros quince días de vida su madre lo amamantará con una leche muy densa y nutritiva ya que contiene hasta un cincuenta por ciento de grasas y es cinco veces más densa que la leche de vaca. Con tan rica dieta la foquita crece rápidamente y en dos semanas triplica su peso que al nacer es de 10 kilos, o sea que engorda más de un kilogramo por día.

A los 18 días de vida comienza a perder su blanco pelo reemplazándolo por el pelaje de los adultos que le permitirá ir al agua y valerse por si mismo pocos días después.

Durante años las focas bebés de Groenlandia fueron matadas por el ser humano para usar su piel en la industria de la peletería. Para este fin se golpeaba a la foquita hasta atontarla y se le sacaba la piel cuando aún estaba viva ya que si moría antes de sacarle la piel ésta se pegaba al cuerpo y se rompía al intentar sacarla. Una vez terminada la faena, la foca bebé moría desangrada.

La protesta internacional de millones de ecologistas de todo el mundo redujo la matanza a un uno por ciento de las focas que se mataban hace veinte años. Greenpeace realizó campañas en el Ártico donde se pintaba a las focas bebés para arruinar el blanco pelaje evitando su utilización en peletería. Al cambiar el pelo perdía la pintura y podía llegar al mar sin inconvenientes.

Tito Rodriguez
Director Instituto Argentino de Buceo

Ahora, no solo las focas de Groenlandia hacen que sus bebes crezcan apresuradamente, sino que en nuestro mundo agitado muchos viven apresuradamente y hacen que sus familias también funcionen apresuradamente. Hoy hay muchos noviazgos apresurados, embarazos apresurados, matrimonios apresurados, educación apresurada para los hijos y hasta divorcios apresurados.

En el plan de Dios hay cosas que no se pueden apresurar, sino que tienen que crecer lenta pero muy seguramente. No dejes que el mundo apresurado de hoy te robe el gozo de ver crecer lo que es recto en el propósito de Dios y en el tiempo de Dios.

Entonces dijo: De cierto volveré a ti; y según el tiempo de la vida, he aquí que Sara tu mujer tendrá un hijo. Y Sara escuchaba a la puerta de la tienda, que estaba detrás de él. Gen 18:10

¿Hay algo demasiado difícil para el SEÑOR? Volveré a ti al tiempo señalado, por este tiempo el año próximo, y Sara tendrá un hijo. Gen 18:14

En tu mano están mis tiempos; Líbrame de la mano de mis enemigos y de mis perseguidores. Sal 31:15

13 de abril de 2009

Un sueño roto

sueno-roto El sueño de su vida era ser misionero, y parecía como si finalmente se fuera a hacer realidad. Sentado en la oficina de la agencia misionera, el nervioso joven le aseguró al entrevistador que él y su flamante esposa estaban decididos a trabajar duro, administrar sus recursos como buenos mayordomos, y procurar que se proclamara a Cristo al mayor número de personas posible. Confiaban en que todo su futuro estaba saliéndole a pedir de boca.

Pero pronto todo iba a parecer como si su sueño se fuera a hacer añicos. Durante su preparación para vivir entre otras culturas él y su esposa se percataron de que ella nunca resistiría los rigores de vivir en el extranjero. Ella era demasiado frágil y débil. Si iban al África, como habían planeado, era seguro que ella moriría.

Confuso y destrozado emocionalmente, el joven fue a trabajar para su padre, que era dentista y que tenía un pequeño negocio colateral que producía vino sin fermentar para los cultos de la Santa Cena en las iglesias.

Al envejecer su padre, el joven se hizo cargo de este negocio secundario. Un día se le ocurrió que tal vez podría todavía tocar al mundo para Cristo.

Podría todavía cumplir las palabras que le había dicho al representante misionero ese día. Trabajaría duro, sería un buen mayordomo de sus recursos, y procuraría que se proclamara a Cristo a tantas personas como fuera posible; solo que lo haría de una manera un poco diferente.

Mantendría su promesa sosteniendo financieramente a otros que podrían ir al extranjero como misioneros.

Trabajó duro, y con el tiempo logró desarrollar la compañía en una empresa gigantesca. ¿Cómo se llamaba?

Welch.

Hoy su jugo de uva se vende en todas partes. El Sr. Welch ha ofrendado gigantescas sumas de dinero a la causa de las misiones mundiales. Irónicamente, ha hecho mucho más por la evangelización mundial que lo que podría haber hecho trabajando duro personalmente en el campo misionero. Debido a que se adaptó a sus circunstancias y floreció en donde estuvo plantado, llegó a ser un compañero valioso de las misiones en todo el mundo.

Extraído de "El Poder de una Alianza en la Iglesia", Editorial
Bethania, por John C. Maxwell

Cuando una puerta se cierra, no te des por vencido, quizás hay otras puertas que no haz visto y que se abrirán para hacer incluso mucho más de lo que inicialmente habías pensado. Cuál fue la última puerta que se cerró?

Ya encontraste la nueva puerta? No olvides con Dios siempre hay nuevas puertas delante de nosotros.

De cierto te bendeciré grandemente, y multiplicaré en gran manera tu descendencia como las estrellas del cielo y como la arena en la orilla del mar, y tu descendencia poseerá la puerta de sus enemigos. Génesis 22:17

Conozco tus obras. Mira que delante de ti he dejado abierta una puerta que nadie puede cerrar. Ya sé que tus fuerzas son pocas, pero has obedecido mi palabra y no has renegado de mi nombre. Apocalipsis 3:8

12 de abril de 2009

EL AMIGO DEL HIJO

Era la reunión del domingo por la noche en una iglesia cristiana evangélica. Después que cantaron, el pastor se dirigió a la congregación y presentó al orador invitado. Se trataba de uno de sus amigos de la infancia, ya entrado en años. Mientras todos lo seguían con la mirada, el anciano ocupó el púlpito y comenzó a contar esta historia:

«Un hombre junto con su hijo y un amigo de su hijo estaban navegando en un velero a lo largo de la costa del Pacífico cuando una tormenta les impidió volver a tierra firme. Las olas se encresparon a tal grado que el padre, a pesar de ser un marinero de experiencia, no pudo mantener a flote la embarcación, y las aguas del océano arrastraron a los tres.»

Al decir esto, el anciano se detuvo un momento y miró fijamente a dos adolescentes que, por primera vez desde que comenzó la reunión, estaban mostrando interés. Y siguió narrando:

«El padre logró agarrar una soga, pero luego tuvo que tomar la decisión más terrible de su vida: escoger a cuál de los dos muchachos tirarle el otro extremo de la soga. Tuvo sólo escasos segundos para decidirse. El padre sabía que su hijo era seguidor de Cristo, y también sabía que el amigo de su hijo no lo era. La agonía de su decisión era mucho mayor que los embates de las olas.

»Miró en dirección a su hijo y le gritó: “¡Te quiero, hijo mío!”, y le tiró la soga al amigo de su hijo. En el tiempo que le tomó halar al amigo hasta el velero volcado en campana, su hijo desapareció bajo los fuertes oleajes en la oscuridad de la noche. Jamás lograron encontrar su cuerpo.»

Los dos adolescentes estaban escuchando con suma atención, atentos a las próximas palabras que pronunciara el orador invitado.

«El padre —continuó el anciano— sabía que su hijo pasaría a la eternidad con Cristo, y no podía soportar el hecho de que el amigo de su hijo no estuviera preparado para encontrarse con Dios. Por eso sacrificó a su hijo. ¡Cuán grande es el amor de Dios que lo impulsó a hacer lo mismo por nosotros!»

Dicho esto, el anciano volvió a sentarse, y hubo un tenso silencio.

Pocos minutos después de concluida la reunión, los dos adolescentes se acercaron al anciano. Uno de ellos le dijo cortésmente:

—Esa fue una historia muy bonita, pero a mí me cuesta trabajo creer que ese padre haya sacrificado la vida de su hijo con la ilusión de que el otro muchacho algún día decidiera seguir a Cristo.

—Tienes toda la razón —le contestó el anciano mientras miraba su Biblia, gastada por el uso.

Y, sonriendo, miró fijamente a los dos jóvenes y les dijo:

—Pero esa historia me ayuda a comprender lo difícil que debió haber sido para Dios entregar a su Hijo por mí. A mí también me costaría trabajo creerlo, si no fuera porque el amigo de ese hijo era yo.

11 de abril de 2009

El gran simulador

simulador

Muchos peces utilizan el camuflaje para pasar desapercibidos ante la vista de los depredadores pero ninguno de ellos logra mimetizarse tan bien como el fantástico pez esponja.
Este pequeño habitante de los mares cálidos que apenas alcanza los 30 cm. de talla máxima no sólo toma perfectamente el color de la esponja que viven en el arrecife sino que su piel imita la textura espongiaria hasta el punto de hacer que la diferencia sea irreconocible al tacto.
Lejos de ser un inocente pececito, el pez esponja es un carnívoro despiadado. Cualquier pez pequeño que lo confunda con una esponja y pasee delante de su boca será sorprendido por un rápido movimiento que lo enviará directamente al estómago del camuflado depredador antes de que caiga en la cuenta de lo que está pasando. Este asombroso mimetismo también le sirve para ocultarse de quienes se pudieran alimentar de su blanda carne. Es por eso que el quedarse quieto es absolutamente fundamental para pasar desapercibido. Todo en la vida de un pez esponja es sumamente lento, salvo el movimiento corto y rápido que se requiere para atrapar la comida diaria, después de la que tomará una muy larga siesta.
El perfecto camuflaje de este pez está lejos de ser rápido y adaptable. Como en un arrecife hay muchas esponjas del mismo color, el pez puede saltar de una a otra a su antojo, pero si tuviera que mudarse a una zona donde hubiera esponjas de color diferente al suyo tardaría cerca de un mes en asumir el color de sus nuevos anfitriones. Es por eso que los peces esponjas no son proclives a "cambiarse de barrio" muy a menudo. En ese lapso de tiempo está expuesto al ataque de los depredadores y lo que es peor, está prácticamente condenado a pasar hambre ya que su figura se hace visible. Claro está que ante tan poco movimiento y tan poca energía gastada a lo largo del día, no requiere de grandes cantidades de alimento para sobrevivir.
El pez amarillo de la foto está posado sobre una esponja roja y todavía no ha iniciado el proceso de cambio de color. Si estuviera posado sobre una esponja amarilla sería absolutamente invisible. Es por eso que, acostumbrado a esa invisibilidad, no se preocupa en absoluto por la presencia de una mujer buzo a pocos centímetros de él ya que confía en que ella no lo verá.
Después de todo la gente ve lo evidente, lo que se distingue. Son muchos menos quienes buscan entre las cosas pequeñas a los grandes misterios. Serán ellos quienes se sorprendan alegremente cuando, al acercarse a una inocente esponja marina, vean un ojo que los mira atentamente. Habrán descubierto al gran simulador del mar. Un privilegio para pocos.

Tito Rodríguez
Director
Instituto Argentino de Buceo

De la misma manera como cristianos debemos siempre recordar que nuestro enemigo espiritual, Satanás sabe como disfrazarse para sutilmente engañarnos. Muchas veces caemos fácilmente en sus trampas por no tener el discernimiento necesario. Vivamos con nuestra sensibilidad espiritual bien clarificada para estar así en victoria.


Entonces llegó el diablo para ponerle una trampa y le dijo: -Si en verdad eres el Hijo de Dios, ordena que estas piedras se conviertan en pan. Mateo 4:3

Protéjanse con la armadura que Dios les ha dado, y así podrán resistir los ataques del diablo. Efesios 6:11

De modo que se despierten y escapen de la trampa en que el diablo los tiene cautivos, sumisos a su voluntad. 2 Timoteo2:26

10 de abril de 2009

De una Semillita

semilla

 

La historia que tiene más de un siglo, cuenta que una princesa agonizaba. En su lecho de muerte, pidió que su tumba fuese cubierta con una gran piedra de granito y que alrededor hubiese otras piedras sellando la lápida.

 

También dio órdenes de afianzar las piedras con abrazaderas de hierro. A pedido, suyo, la lápida llevaría escrito: "Esta tumba, comprada para toda la eternidad, jamás deberá abrirse".
Aparentemente, durante el entierro se metió en la tumba una bellotita. Al tiempo empezó a asomarse un brotecito en medio de las piedras. La bellota había podido absorber suficiente alimento como para crecer. Después de varios años de crecimiento, un robusto roble se levantaba entre las abrazaderas de hierro. El hierro no pudo con el roble y sus raíces lo rompieron, dejando al descubierto la tumba que nunca debía abrirse. La nueva vida se abrió camino desde el lecho de muerte con una semillita.

Todos los días tenemos infinidad de oportunidades para aprovechar un nuevo comienzo. Generalmente, los nuevos comienzos se inician cuando alguna otra cosa termina. Cuando dejamos que el pecado muera en nuestro corazón, encontramos nueva vida en Cristo. Tal vez no haya sido accidental que el robusto roble, que es uno de los árboles más altos y fuertes del mundo, se inicie a partir de una pequeña semillita.

Marcos 4:8
Pero otra parte cayó en buena tierra, y dio fruto, pues brotó y creció, y produjo a treinta a sesenta, y a ciento por uno.

2 de abril de 2009

Lo que significa fracasar

reflexion-significa

- El fracaso no significa que soy un fracasado; significa que todavía no he triunfado.
- El fracaso no significa que no he logrado nada; significa que he aprendido algo.
- El fracaso no significa que he sido un tonto; significa que tuve suficiente fe para experimentar.
- El fracaso no significa que he sido desgraciado; significa que me atreví a probar.
- El fracaso no significa que no lo tengo; significa que lo tengo de una manera diferente.
- El fracaso no significa que soy inferior; significa que no soy perfecto.
- El fracaso no significa que he desperdiciado mi tiempo; significa que tengo una excusa para comenzar otra vez.
- El fracaso no significa que debo darme por vencido; significa que debo tratar con más ahínco.
- El fracaso no significa que nunca lo haré; significa que necesito más paciencia.
- El fracaso no significa que me has abandonado; significa que debes tener una mejor idea para mí.

Tomado del libro: Actitud de Vencedor. John Maxwell

Fracaso es una nueva oportunidad para pensar, recomenzar y valorar. Todos aquellos que alguna vez lograron algo, primero tuvieron una cadena de fracasos. Que este día nada te haga retroceder y recuerda en Cristo somos más que vencedores.

2 Samuel 8:6
Puso luego David guarnición en Siria de Damasco, y los sirios fueron hechos siervos de David, sujetos a tributo. Y Dios dio la victoria a David por dondequiera que fue.

2 Samuel 23:2
Este se levantó e hirió a los filisteos hasta que su mano se cansó, y quedó pegada su mano a la espada. Aquel día Dios dio una gran victoria, y se volvió el pueblo en pos de él tan sólo para recoger el botín.

1 Crónicas 29:11
Tuya es, oh Dios, la magnificencia y el poder, la gloria, la victoria y el honor; porque todas las cosas que están en los cielos y en la tierra son tuyas. Tuyo, oh Señor, es el reino, y tú eres excelso sobre todos.

1 de abril de 2009

Fin a la Pelea

reflexion-fin

El titular del periódico decía: No Hay Fin al Ciclo de Venganza en el Medio Oriente. A raíz de bombardeos suicidas y represalias militares, el artículo hablaba de un hombre de 28 años consumido por la venganza de la muerte de su tío. «Cuando matan a alguien a quien tú quieres -dijo- no puedes dormir; tienes que hacer algo.» Pero incluso después de matar a dos hombres a quienes él consideraba enemigos, todavía no se sentía satisfecho. Nadie puede ganar tratando de empatar.
¿Hay en tu vida un ciclo de venganza hoy? Tal vez sea una batalla verbal constante con un compañero de trabajo, tu cónyuge o un hijo. Puede ser una lucha encarnizada con un vecino o con alguien de la iglesia. Sea lo que fuere, nuestro Señor quiere que termine.
La venganza es un arma de un poder tan devastador que sólo Dios puede manejarla. Él dijo: «Mía es la venganza, yo pagaré» (Romanos 12:19). El arma que Él nos ha confiado es la bondad: «Pero si tu enemigo tiene hambre, dale de comer; y si tiene sed, dale de beber. . . . No seas vencido por el mal, sino vence con el bien el mal» (vv.20-21).
Esto no significa que no debamos apelar a las cortes pidiendo justicia en algunos casos. Pero puesto que Dios es justo, no tenemos que pagar personalmente a los que nos hacen daño. Con bondad y amor, podemos poner fin a la venganza.

-David McCasland